Monserrate también alberga a los deportistas
quienes después de un largo ascenso, deciden
ejercitarse para el descenso.
Después de subir y de estar tan cerca al punto
de partida, es mejor relajar los músculos para
evitar calambres.
Un descanso es el alivio a tantos
metros de escaleras de piedra y a
muchos más por llegar a la cima.
El deporte en pareja, beneficia a la salud y
también a el corazón.
Subir corriendo quizá borra la distancia y el
cansancio.
Rituales Turísticos
La inmensidad de Bogotá se ve mejor desde lo
alto.
El descenso en Funicular, permite ver un paisaje
lleno de magia.
''El que no conoce Monserrate, no conoce nada de
Bogotá''.
La imagen de un bonito recuerdo.
Falta poco para llegar a la cima...
Rituales Religiosos
La cruz contextualiza a los visitantes, mostrando
a Monserrate como lugar religioso.
Una promesa a cumplir de esta manera...
Una promesa por la salud...
Los pies descalzos clamando un milagro.
Las plegarias representadas en veladoras.
Elementos Consumo Popular
Puesto ambulante de achiras, rosquillas, galletas
y cotufas... ''El que no compre no le creen que
estuvo en Monserrate''.
La venta de gallina criolla, se dispone desde
temprano, para quienes quieran llegar a almorzar.
Un detalle con la inicial de cualquier nombre a
tan solo $500.
Un café y una famosa ''cuca'' para calentar
antes de subir.
La venta de artículos religiosos, dispuestos al
público en su preferencia para ser bendecidos.
Puesto de afiches tanto religiosos como de equipos
de fútbol o mensajes de amor.
Para los días soleados, disfrute de una paleta
Puesto ambulante de frutas, para que no pierda
la energía en el ascenso.
Prácticas en familia
El padre como guía de sus hijos...
Amor es estar en familia y llevar a los hijos
a lo más alto.
Es equivocado decir que un animal no puede
ser parte de la familia, al contrario, un animal
llena vacíos que quizá los humanos no llenamos.
El padre como soporte de su hijo.
Amor, alianza, complicidad y protección.
Prácticas de educación
Invitación a los transeúntes a no desviarse del
camino, con el fin de evitar incidentes.
Reglas para el uso del camino peatonal
a Monserrate.
La cruz roja respondiendo preguntas a niños
inquietos.
Madre e hijo juntos haciendo deporte.
Prácticas Políticas
Logo Alcaldía Mayor de Bogotá, ente
regulador y encargado de Monserrate.
Integrante grupo ''Semilleros del patrimonio''
Soy capaz de...
Integrantes de la cruz roja atentos a cualquier
emergencia.
Policía de Turismo como guías para el
visitante.
Personajes mediáticos
Personaje de la serie animada South Park
Batman también hizo presencia en el ascenso.
Recordando a los hermanos Zuleta
Productos para la venta
Las famosas ''cucas'' están al alcance de todos.
Que mejor guardían para las refrescantes paletas.
Los denarios y escapularios a la vista de todos los visitantes,
de izquierda a derecha, del más costoso al más económico.
Se puede evidenciar como un puesto para la compra voluntaria, pero el precio de estas manillas sobresale.
La chicha y la cerveza dispuestas a que alguien
llegué por ellas.
Bebidas y frutas abiertas al público... Cristo es
verdad no religión.
Puesto de imágenes religiosas hechas en
porcelana.
Venta de cosas varias en donde estas botellas deformes son las protagonistas.
La gallina criolla dispuesta a la venta en la vitrina
común.
Ganancias y venta de bebidas...
Actitudes personajes
Su voz es el producto que este señor usa para entretener a quienes suben, su actitud es amable pero su rostro evidencia tristeza y vacíos quizá por su condición.
A pesar de la discapacidad, este señor usa su voz para llenar de alegría el ascenso a Monserrate.Su actitud es alentadora independientemente de su condición.
La venta de manillas se ve
''relajada'' por la actitud y
la postura del vendedor.
Los niños más agresivos que los grandes, les
incomodó que les preguntáramos sobre sus ventas
y por poco nos pegan. La actitud de estos pequeños
es retadora y a la defensiva.
Este señor muy amable, nos dejó fotografiar
su negocio y su actitud era de colaboración, pues
quiso ayudarnos con este trabajo.
http://youtu.be/OcIkrPs4do8
Diario de campo
A diferencia de la salida de campo pasada, esa a la que asistí hace dos semestres y la cual era al 20 de Julio, me desperté tarde, pues después de 6 meses trabajando los fines de semana y de empezar otra vez mi vida como desempleada, tomé el hábito de seguir durmiendo hasta medio día los sábados y domingos, así que casualmente, el despertador no sonó, fue una llamada de mi pareja quien iba a ir conmigo, la que me puso en aviso de que íbamos a llegar tarde y que sino me alistaba rápido, perdería la ''madrugadita''.
Él llegó a mi casa y con el afán que suelen tener los hombres para todo, me bañé y desayune unas galletas ¡Vaya desayuno!, dije con el genio que me caracteriza, él con su ironía me dijo ¡Vamos tarde allá comemos tamal!, me cepillé los dientes y busqué las llaves que siempre se me pierden, así salimos y empezamos a buscar taxi porque la ida al alimentador nos retrasaría mucho más. El taxi demoró 10 minutos y le pedimos que nos llevara a la estación de Transmilenio más cercana -Toberín-, llegamos y tomamos un H no me acuerdo y debíamos hacer trasbordo, un poco de cosas que ni puse atención, pues iba de malgenio y expectante de lo que me costaría subir esa montaña.
Además, faltaba saber sobre mi compañero, quien llevaría la cámara y con quien nos habíamos repartido el trabajo, pero sólo fue nombrarlo para que me llamara y me dijera que nos recogía en la 19, fue toda una sorpresa darme cuenta que tenía que caminar por la temida 19, sí, soy muy miedosa,tengo delirios de robo y persecución, así fuese con dos hombres sentí pavor. Pero bueno, mi pareja me calmó y dijo que no pasaría nada, esas palabras se esfumaron cuando un hombre caminó hacia nosotros y sacó de sus medias un cuchillo, nos quería robar...
La opción fue cruzar la calle y salvarnos de aquel robo...¡Maldita salida! fue lo que se me ocurrió en aquel momento, igual seguimos caminando, pero había olvidado llevar dinero y debimos buscar un cajero, posterior al retiro de la platica para el tamal, nos dirijimos a la subida que comienza desde las aguas hacia la entrada de Monserrate, casi me desmayo, no podía, mi físico me hizo quedar peor que de costumbre, tuve que comprar agua y descansar 3 veces, lo peor es que ni había empezado a subir la montaña.
Al llegar al punto de encuentro, a lo lejos se avistaba una chaqueta de color amarillo muy llamativa, era el profesor... Llegamos a él, saludamos, llenamos la lista y emprendimos el camino, la cámara disparaba y disparaba, buscábamos imágenes que nos ayudaran para el trabajo, y yo cansada, descansaba cada 3 escalones, no estoy exagerando. Desde ese momento supe que mi subida sería un fracaso y que llegaría a la cima por ahí en 4 horas y de pronto debía devolverme
Mis acompañantes, me daban fuerzas y mientras tanto yo capturaba audios e indicaba posibles imágenes, mientras bebía agua... Las miradas de algunos comerciantes nos insultaban, nos recibían con amabilidad y otras nos ignoraban como diciendo ''Ay pobrecitos'', hablando de eso, recuerdo mucho el niño que nos insultó porque intentamos tomarle una foto, una advertencia que el profesor ya nos había hecho ''No les gustan las fotos'', el Fuck you men del niño no nos asustó, nos causó gracia porque aquel niño tenía un aspecto muy gracioso.
No puedo recordar cuantas veces rogué por llegar rápido, pues la botella de agua se consumía y mi cuerpo no daba más, fue ahí cuando la panorámica de la ciudad de agigantaba, mostraba su imponencia y dije ¡Ya casi Aleja, vamos pues!, asimismo con esas ganas, miraba los productos que se vendían -gelatina de pata, obleas, frutas, queso- y de los cuales mi pareja sólo me dejó comprar un bocadillo para la energía.
Finalmente llegamos a la cima, mis piernas no daban más pero debíamos recorrer el lugar, faltaba la entrevista y lo más importante, el desayuno... así que caminamos y llegamos a un lugar en donde me sentí estafada, en donde comí el tamal más caro y bebí el jugo de naranja con el precio más excesivo, $11.000 un desayuno, y faltaba pagar para bajar en funicular.
Después de aquel robo de desayuno, emprendimos la busqueda al extranjero, buscabamos un mono oji azul porque son más fáciles de identificar... encontramos uno y ya había sido entrevistado, pero muy amablemente nos colaboró, era rector de una Universidad de Curacao y estaba de visita, tenía una imagen muy amena de Colombia y su actitud era respetuosa con nosotros, quizá sabía lo que era hacer un trabajo así un domingo y más en su condición de extranjero como era la manera de aprovecharlo a él.